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CELEBRACIÓN ATÍPICA

La Iglesia de San Luis advirtió que “velar por cada ciudadano es cuidar la Patria”

Monseñor Gabriel Barba encabezó la tradicional ceremonia desde la Iglesia Catedral. Por segundo año consecutivo debió ser seguido de forma virtual. La homilía completa.

Monseñor Gabriel Barba.
Actualizada: 25/05/2021 12:12
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Las restricciones por el avance de la pandemia obligaron a realizar una vez más el Tedeum del 25 de mayo a puertas cerradas y a seguirlo por streaming. No hubo confirmación oficial sobre a participación virtual de autoridades provinciales y municipales.

Monseñor Gabriel Barba destacó en el inicio de la homilía que San Luis  fue “la primera provincia argentina que adhirió a la revolución”.

El obispo dijo que las sociedades están unidas por una misma preocupación: “El cuidado de la vida de cada uno para llegar así al bien de todos. Este tiempo nos obliga a pensar en el bien común con firmeza. Nadie sale solo de esta realidad. La realidad del Covid expone a la luz lo bueno y lo malo. Nos ayuda a tomar consciencia de muchas cosas, pero, sobre todo, del pensamiento y cuidado comunitario. El individualismo es una enfermedad antecedente a esta pandemia y también debemos vencerla”.

Monseñor Gabriel Barba.

Monseñor consideró que “ningún proyecto importante que involucre a todos, no se logra pensando solamente en los intereses particulares”.

Y continuó: “Como así también, no se logra sin correr riesgos. Quien nunca se arriesgue en la vida, tendrá la certeza de nadar en aguas que necesariamente se estancarán obteniendo como resultado: la nada, la esterilidad”.

“Debemos romper individualismos, romper mezquindades. Renunciar a una mirada corta. Soñar en común un futuro mejor. Arriesgar a perder, para poder ganar”, pidió el prelado durante la ceremonia que estuvo acompañado únicamente por sacerdotes.

Barba señaló que “nadie debe quedar a fuera” y “la Patria se sigue construyendo hoy desde los barrios, las ciudades, los campos, la industria, la ciencia y el desarrollo”.

Más adelante manifestó: “En estos tiempos oscuros, desconcertantes…, difíciles, con verdadera vocación de servicio y de fraternidad debemos seguir construyendo nuestra Patria, generando esperanza, siendo testigos de la vida. Una esperanza que se consolida a través de la verdad…, la justicia…, el derecho. El cuidado de cada una de las personas sigue siendo la construcción verdadera de nuestra Patria o, de lo contario, estaremos empujándola hacia su ruina. Velar por cada ciudadano, es cuidar la Patria. No respetar sus derechos es destruir y no construir esta casa común que debe ser nuestra querida Argentina”.

“Nadie sobra. Nadie está demás. Todos somos necesarios. Todos tenemos la misma dignidad. Sin ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda. Concentrarnos en esta construcción común, respetando y cuidando la vida de cada persona, será entonces, hacer una verdadera memoria agradecida que continúe con la labor comenzada hace doscientos once años atrás”, expresó finalmente. A lo largo de la homilía citó a Antonio Esteban Agüero y Beba Di Genaro, además de Jorge Luis Borges y la poeta ucraniana Julia Prilutzky Farny.

La homilía

 

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